Nada está escrito

No conocerás el miedo. El miedo mata la mente. El miedo es la pequeña muerte que conduce a la destrucción total. Afrontaré mi miedo. Permitiré que pase sobre mí y a través de mí. Y cuando haya pasado giraré mi ojo interior para escrutar su camino. Allá donde haya pasado el miedo ya no habrá nada. Solo estaré yo.

Frank Herbert, Dune (Dune Chronicles, #1)

Diario de #Covid19

Querido diario:

El mantra de la Bene Gesserit funciona. Cuando el miedo pasa, todo se ve más claro. Le estaré siempre agradecido a Frank Herbert. Ha sido un día movidito.

La conciencia de que esto va a durar más de lo que se creía al principio, ha cogido a contrapelo a más de uno y ha removido conciencias o corazones y aflojado los esfínteres (no se si literalmente, por whatsapp esas cosas no se perciben).

Estoy bien de fuerzas, el ejercicio ayuda, pero tendré que buscar el mantra de la paciencia. Si no #cuandoestotermine voy a tener algún problema de más. Las cifras, las estadísticas y los números. A ver, no me creo que aquí en España haya una tasa de mortalidad del 13%, 64.000 positivos y 4.800 fallecidos. Cuando la letalidad está más cerca del 1% que del 2%, Aquí hay alguien que ha decidido pasar de contar mejor el número de infectados. La muerte es una certeza. Dejamos de hace pruebas a los leves o sin síntomas. La parte buena entonces es que no mata tanto, pero se contagia mucho. Tiene que haber mucha gente contagiada y por lo tanto, esto irá para largo.

Leo también por twitter que ya comunidades autónomas como Andalucía o Madrid, no sacan estadísticas de contagio y fallecimiento por franja de edad. Eso era clave para sacar conclusiones. Tenemos que proteger mucho, pero que mucho a nuestros mayores. No se merecen que les robemos ni un día.

Hay una escena que no me cansaría de mirar en estos momentos y anda por YouTube. Está sacada de la película Lawrence de Arabia. Es cuando los árabes junto con el militar inglés terminan de atravesar el desierto. Un joven árabe se queda en la frontera del desierto, sobre su camello, esperando a Lawrence. Pasan las horas y el sol va castigando. El pobre árabe que se ha perdido, camina solo hasta que cae derrumbado. El joven que espera a Lawrence está tratando de protegerse del sol. Mira al horizonte y ve algo pero no está seguro. Azuza a su camello, que da unos tímidos pasos. Se detiene. Cree ver algo y espolea al animal, que da otros pasos. De repente, le da con los pies y sale al galope. ¡Es Lawrence!

Lawrence vuelve con el árabe medio muerto que está atrás, en la grupa de su camello. Entra en el oasis aupado por gritos de victoria de la tribu. El camello se echa al suelo con Lawrence encima. El jefe de los árabes le pasa un odre con agua. Y sin quitarle la mirada, Lawrence le dice. “Nada está escrito”. Contra el fatalismo que nos acecha, a mi esta secuencia me da ánimos. Casi que me pone. Me gustaría que pudiese depositar mi voto y mi confianza en personas así. Nada está escrito. La vida se nos va a llenar de problemas. La vida personal, familiar, laboral, empresarial y hasta la vida de una sociedad se va a ver sometida a una dura prueba.

Algunas cosas parecen insuperables. Pero no hay más remedio que afrontarlas. O por lo menos, no dejarse llevar por el fatalismo del ‘no se puede’ que es nuestra versión del ‘está escrito así’. Unamuno decía que el español vive en un permanente sentido de la tragedia. Del fatalismo. Creo que es más una filosofía que una actitud. La mayor parte de la gente se queja del destino, pero a final lo afronta. El español afronta los problemas como puede, y se queja mucho de ellos. Creo que la versión española de esa secuencia sería la del capitán Méndez, volviendo a internarse en el desierto en busca de un desgraciado, aunque en el camino le escucharíamos decir toda clase de insultos y de quejas. “Desde luego, cómo se le ocurre. ¿Por qué tengo que ser yo el que salga en su rescate? ¿Quién ha organizado esta expedición?”. Le echaría luego la culpa al gobierno, a los estamentos, a la organización o a lo que fuera. Pero volvería con aquel desgraciado sobre la grupa del camello. Eso sí, luego se pasaría toda una semana contando lo que sufrió para salvar a aquel pobre desgraciado. Pero lo salvaría. Es mi actitud frente a la fatalidad y, como decía el Risitas, a quien no le guste tendrá que arañarse la cara.

Limpiar la nevera

Diario de #Covid19

Querido diario:

Hay personas que están creciendo día a día en esta crisis. Muchas son mujeres y demostrando muchas cosas, más que muchos hombres. Otras personas, tanto mujeres como hombres, se van alejando poco a poco, aparecen esporádicamente pasándose la cuarentena por la coleta que para eso son ministros y no tienen que dar ejemplo de nada, el ejemplo es para que lo demos nosotros: los tiesos.

Cada vez se van señalando más y van dibujándose con la imagen de un sepulturero que rebusca en los bolsillos del cadáver tras sacarle el anillo y la muela de oro.

Otra firme convicción que me quedará de estos momentos, es que los estudios sirven para algo. Nuestros hijos deben ahora mismo aprovechar el tiempo como nunca lo tendrán que hacer en su vida. Y nosotros… tenemos que estudiar, leer, agudizar la capacidad de síntesis y, más que nunca, afinar nuestro criterio para poder separar la paja del grano. Hay paja, mucha paja. Hay cosas que todavía no me explico. Estoy buscando formas de ocupar el tiempo en algo productivo. Casi un mes desde que el señor de los malos pelos, que es el crack de un ministro de sanidad licenciado en filosifía, que no filósofo, dijo que no había Coronavirus en España, aún no ha logrado con todos sus …. medios, hacer un Excel donde estudiar las estadísticas. O bien lo tiene y le da pavor hacerlo público. Confieso que soy un friki de la estadística y podría ocupar el tiempo haciendo futuribles, no los haría públicos, pero me haría una idea de lo que nos espera.

Tendremos que replantearnos muchas cosas. Yo de momento veo que una señora en Madrid, que no me caía muy bien, enferma, se dedica a habilitar 5.500 nuevas camas en IFEMA, para tratar de salvar vidas, mientras un pedazo de mierda se dedica a vomitar basura contra España en la BBC. El Estado de las Autonomías: qué bonito me resultaba cuando era un estudiante de Derecho hace 37 años. Cuando acabemos con el coronavirus, habrá que hacer también limpieza política. Hoy solo aspiro a limpiar la casa y la nevera.

El Gobierno sigue intentando controlar el relato del Coronavirus en España. El tal Oliver hace de relaciones públicas para Moncloa. Las ruedas de prensa son un ejercicio de propaganda controlada. Los pocos periodistas de verdad que van quedando, científicos, médicos, enfermeras y los que gestionamos la cosa pública tendremos trabajar juntos para sacar la verdad mientras arreglamos lo que esto nos deje. Hoy de momento, con la nevera y este cartelito de nuestra guerra civil que he tuneado hemos echado fuera medio día.